martes, 13 de mayo de 2014

El maravilloso yelmo de Mambrino

En este capitulo y en un día de lluvia, se encontró con un hombre a caballo que traía en la cabeza algo que brillaba como si fuera de oro.
Don Quijote pensó que era el maravilloso yelmo de Mambrino, cuando en realidad era la bacía de un barbero, el caballero de alta figura se lo pidió de tal manera que el barbero salio corriendo asustado, y dejó allí su bacía y Don Quijote la cogió usándola como yelmo .
AINHOA P.G.













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